Dónde dormir en Bahía Solano - El Arca
El Chocó es una de las zonas más auténticas de Colombia... ¿Te atreves a descubrirlo? Esta región atrapada entre la selva y el océano Pacífico nos regaló una naturaleza salvaje y poco explotada que nos hizo conocer otra cara del país mucho menos turística. En Bahía Solano nos alojamos en El Arca Bahia Solano, un alojamiento muy especial del que hoy os queremos hablar.
Recordamos nuestros días allí como una de las mejores partes del viaje. Además en esta zona, de julio a octubre, es la temporada en la que las ballenas jorobadas van a tener a sus crías. Verlas saltar y jugar con los ballenatos es un auténtico espectáculo. Si os apetece leer nuestra ruta completa la podéis encontrar aquí.
Los primeros días en el Chocó nos alojamos en Bahía Solano, en El Arca, un ecolodge escondido entre el mar y la selva. Un alojamiento rodeado de naturaleza y con una magia especial. Es un lugar del que es fácil enamorarse. Claudia y Ricardo son el alma de El Arca. Abandonaron su vida en Medellín y poco a poco fueron construyendo este lugar tan mágico, donde comparten su vida con todos los huéspedes que llegan hasta el Arca. Es muy enriquecedor conocer la historia de un país a través de las personas que lo han vivido. Ellos sin darse cuenta enriquecieron nuestro viaje y nos ayudaron a entender Colombia y su gente.
Nosotros volamos de Medellín a Bahía Solano en una avioneta del grupo San Germán y ahí ya intuimos que empezaba la aventura. Ya desde el aire confirmamos que llegábamos a una zona muy virgen, donde la selva ha formado una frontera natural con el resto del país. Para llegar hasta Bahía Solano solo se puede hacer por mar o aire.
Después de pagar una tasa de entrada a la región, nos recogieron en el aeropuerto en mototaxi y nos llevaron hasta el muelle. Allí nos esperaban para llevarnos en lancha hasta nuestro alojamiento. Desde el mar descubrimos una playa salvaje y solitaria. Y allí, escondida entre la vegetación, estaba nuestra cabaña. Un auténtico paraíso!
Aún sonrío recordando esos días en este paraíso, rodeado de vegetación y con vistas al mar. Dormimos en una cabaña preciosa con cocina, baño y una terraza que era una maravilla. En el Arca también existe la posibilidad de compartir cabaña o alojarse en otras más pequeñas. Todas las cabañas están construidas con materiales del entorno y se mimetizan con el paisaje. Es un alojamiento con mucho encanto y decorado con mucho gusto. No le falta detalle!
Mi espacio favorita era nuestra habitación. Una de las paredes era una rejilla que te hacia sentir como si durmieras en plena naturaleza, con los sonidos del mar y la selva. Desde la cama veíamos el amanecer. Yo que soy más de atardeceres, durante los días en El Arca no me pude resistir a saltar de la cama e irme a la terraza a ver como arrancaba el día. La habitación era muy amplia y con una cama muy confortable. Disponer de tanto espacio durante unos días, hizo que nos sintiéramos como en casa.
La cabaña común es un espacio abierto donde puedes hacer vida con el resto de huéspedes. Tiene unas vistas al mar de infarto. Allí se encuentra el comedor con una terraza sobre la playa, desde donde se pueden ver pasar las ballenas de julio a octubre. Otro de los puntos fuertes de El Arca es la comida. Disfrutamos de muchos platos típicos de la zona, la mayoría de ellos a base de pescado fresco y sabores muy especiales. La comida del pacífico tiene gran fama en todo el país, y en el Arca pudimos comprobarlo. Todo era una delicia! Compartir mantel con Claudia, Ricardo y el chef del Arca hacían que todas las sobremesas se convirtieran en el gran momento del día. Guardamos bonitos recuerdos de esos sabores y esas conversaciones.
Claudia y Ricardo nos ayudaron a organizar nuestros días en Bahía Solano, ya que hay poca información de la zona en las redes. El primer día nos llevaron a descubrir la cascada Nabugá, perdida en un pueblo Emberá.
El segundo día descubrimos la Ensenada de Utría, donde pudimos disfrutar del espectáculo de ver ballenas en libertad. Fuera de la temporada de ballenas ofrecen tours de pesca deportiva, submarinismo y naturaleza. Como aburrirse en El Arca es misión imposible también disponen de kayacs para descubrir la zona a tu aire, y si tienes suerte cruzarte con las ballenas.
En los alrededores de El Arca hay unas cuantas cascadas en las que te puedes dar un chapuzón. La playa en la que se encuentra el ecolodge es muy salvaje y solitaria. Tendréis la sensación de tener la playa solo para vosotros. El Arca es un buen punto para conocer otras zonas como El Valle y su famosa playa El Almejal; o descubrir otras cascadas famosas, como la cascada del Tigre.
En El Arca los amantes de la naturaleza disfrutarán a cada paso. Es imposible no enamorarse de este rincón del pacífico colombiano.
Si tenéis pensado viajar a esta zona de Colombia, os prometemos que descubriréis otra cara del país, menos turística y más salvaje. Poco a poco os iremos contando más sobre nuestro viaje a Colombia. Si estáis interesados en este alojamiento no dudéis en escribirnos y os pasaremos el contacto de Claudia, para que podáis reservar y vivir unos días tan mágicos como los nuestros.
Próximamente iremos publicando más post sobre el viaje a Colombia, si no te los quieres perder puedes suscribirte pinchando aquí.
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