El Amazonas peruano, Iquitos
El Amazonas peruano en Iquitos es un lugar mágico que todo viajero debería conocer. Imagínate que te adentras en el río Amazonas, te alejas de la civilización y poco a poco la naturaleza lo envuelve todo. Imagina decenas de garzas acompañándote en el trayecto volando a ras del barco… y finalmente unas cabañas acunadas por los sonidos de la selva del Amazonas. Parece un sueño, ¿verdad? Pues este lugar existe… y es mágico. Por eso si te estás planteando si incluir esta zona de Perú en tu recorrido, la respuesta es sí. Nosotros lo hicimos y nos encantó.
Cuando pensamos en nuestro viaje a Perú, teníamos claro que queríamos conocer el Amazonas. Era como un sueño pensar que estaríamos unos días viviendo la aventura de estar en el pulmón verde más grande de nuestro planeta y navegando por el río más largo y caudaloso del mundo. Y los paisajes que nos regaló los guardaremos para siempre con nosotros.
En Perú es posible disfrutar de la selva amazónica en diferentes zonas del país, pero únicamente en Iquitos podréis disfrutar del Río Amazonas, ya que en otras zonas, más cercanas a la ciudad de Cuzco, como Puerto Maldonado o el Parque Nacional Manu el río por el que navegas es el río Madre de Diós, un afluente del Amazonas, y que regala paisajes similares, pero que no es el auténtico río Amazonas.
Si aún os estáis preguntando si conocer esta zona de Perú, desde aquí os animamos a hacerlo. Merece mucho la pena. Descubriréis otra cara del país. No tiene nada que ver con las otras zonas que visitamos (aquí podéis ver nuestra ruta día a día). Cuando salimos del aeropuerto teníamos la sensación de haber cambiado de país. Por eso, os repetimos siempre que Perú regala la oportunidad de vivir varios viajes en uno. Y la selva peruana, para nosotros, es uno de los imperdibles del país.
Hoy os queremos contar nuestra experiencia en este pedacito del mundo lleno de vida.
Cómo llegar a Iquitos
Iquitos es la ciudad más grande del mundo inaccesible por tierra. Solo se puede llegar en avión o en barco. La mayoría de vuelos salen desde Lima o Cuzco, y desde otras ciudades haciendo escala normalmente en la capital del país.
Si se dispone de más tiempo y más ganas de aventura se puede llegar en barco desde Pucallpa o desde Yurimaguas. Ambas opciones son viajes que se demoran varios días.
Nosotros volamos desde Lima con Viva Air, por unos 60€ ida y vuelta. Es cierto que es importante comprar el vuelo con tiempo porque sino suben bastante de precio. Desde el avión ya puedes divisar la inmensidad de la selva y el río Amazonas.
Mejor época
La mejor época para ir a Iquitos es de abril a octubre, ya que es la época seca. El alojamiento que nosotros escogimos, Muyuna Lodge, se puede visitar todo el año, aunque el nivel del agua varía según la termporada. De julio a octubre el nivel es más bajo, por ser temporada seca. En este periodo se pueden hacer caminatas más largas. En la época húmeda, de diciembre a mayo, como el río está crecido, las excursiones se suelen hacer en bote.
Cuando nosotros estuvimos a finales de julio hizo mucho calor y humedad y no nos libramos de algún chaparrón.
Dónde alojarse en la selva de Iquitos
Si quieres disfrutar de la selva es importante que te alejes de Iquitos. Cuanto más te adentres en el Amazonas más probabilidades tendrás de encontrar más fauna y un entorno más auténtico. Si hay un lugar que no nos cansaremos de recomendar de nuestro viaje a Perú, es Muyuna Lodge. Cuando empezamos a investigar dónde alojarnos en la selva los descubrimos y nos pusimos en contacto con ellos. Además de ser un lugar mágico, como ahora os explicaremos, detrás de él hay el proyecto de vida de una familia comprometida con el cuidado de la selva y de la comunidad que la habita. Es un Lodge ecológico y sostenible, donde lo más importante es el respeto por el Amazonas.
Además Muyuna no es solo un alojamiento. Ellos organizan todos los traslados, las caminatas por la selva, las salidas en bote para avistar animales, las comidas… se encargan absolutamente de todo. Y lo mejor es que tu guía será una persona local, que conoce la selva como la palma de su mano y te acompañará toda tu estancia.
Muyuna se encuentra en el río Yanayacu, un afluente del amazonas a unos 140km de la civilización, rodeado únicamente de selva. Para llegar tienes que navegar unas tres horas en total. Primero por el Amazonas y luego por el afluente.
El complejo está totalmente mimetizado con el entorno, ya que está fabricado con los materiales de la selva. Nuestra cabaña tenía vistas directas al río y contaba con una gran terraza con hamacas para disfrutar del entorno y relajarse. Era una cabaña muy grande con baño privado, donde no faltaba detalle.
Son tan confortables que por momentos tienes la sensación de estar en un hotel y no en plena selva amazónica. Lo mejor de la cabaña llega cuando cae la noche y los sonidos se intensifican y empieza la orquesta musical de la selva, es todo un espectáculo. Como veis en la foto, las cabañas están alzadas sobre pilares de madera, para evitar inundaciones ante la crecida del río en la época de lluvias.
Todas las cabañas cuentan con una terraza donde disfrutar del entorno y relajarse en la hamaca.
El Lodge dispone de otras áreas comunes como el comedor, zona de juegos, una plataforma donde tomar el sol junto al río, además de kayaks y tablas de paddle surf para disfrutar del río a tus anchas.
Se pueden reservar paquetes desde 2 a 5 noches. Nosotros estuvimos allí 3 días y 2 noches, y lo disfrutamos muchísimo. Aunque si disponéis de tiempo creemos que es ideal quedarse al menos un día más.
Nuestro guía fue Armando, un gran guía y mejor persona, que nos llevó de su mano a conocer la selva donde él había crecido. A lo largo de estos tres días establecimos un vínculo muy fuerte con él y compartió con nosotros toda su sabiduría, anécdotas y pasión por su trabajo. Conocía todos los sonidos, todas la especies de animales que allí habitan, era capaz de ver los perezosos a cientos de metros sin necesidad de prismáticos. Nos contagió su amor por este rincón del mundo y su respeto hacia la naturaleza, e hizo que nuestra experiencia fuera aún más intensa, si cabe.
A su lado nos sentimos como los protagonistas de un documental! Sobre todo cuando salvó, junto con otros guías a una anaconda que había quedado atrapada en una red. Que por cierto, sobrevivió porque horas después se había marchado de donde la habían dejado a salvo!
Durante nuestra estancia de tres días realizamos caminatas nocturnas y diurnas por la selva. Paseos en bote para avistar animales junto al río, paseos en bote nocturnos para avistar caimanes, avistamiento de delfines rosados y grises, nos bañamos en el Amazonas y conocimos diferentes reservas de la selva.
También visitamos el poblado de San Juan, que es la comunidad indígena más cercana al Lodge y de donde proceden muchos de sus trabajadores. Disfrutamos de bonitos atardeceres sobre el Amazonas y pudimos observar las plantas acuáticas más grandes que existen, las Victoria Regia.
A lo largo de estos días vimos caimanes, tarántulas, una anaconda, perezosos, pirañas, delfines del Amazonas, centenares de aves y una gran cantidad de especies de monos. Es una maravilla observarlos en su hábitat natural. Ya que nuestra cámara no logró captar como se merece todo lo que vimos y vivimos, os dejo con estas instantáneas captadas por los miembros de Muyuna, para que os hagáis una idea del espectáculo que se vive en la selva. Bañarnos en el Amazonas, instantes después de ver saltar a los delfines rosados, fue uno de los grandes momentos del viaje! Para los amantes de las aves es realmente espectacular ver todas las especies que habitan en esta zona de la selva.
Qué llevar a la selva:
Repelente de mosquitos. Pican hasta por encima de la ropa. Así que evita llevar prendas muy finas.
Ropa de colores claros, ayuda a mantener alejados a los insectos.
Camisetas de manga larga que transpiren y pantalones largos para las caminatas. Cuanta menos superficie al aire, menos picadas!
Impermeable. Aunque vayas en la época seca puede caerte algún chaparrón.
Un buen libro para disfrutar en la hamaca.
Protector solar.
Una cámara de fotos con mucha memoria y si puede ser con un buen zoom para fotografiar a los animales.
Botiquín.
Los prismáticos y las botas de agua necesarias para caminar por el terreno pantanoso de la selva, os las prestarán allí. Así que no tendréis que cargarlas todo el viaje.
Muchas ganas de vivir la experiencia al máximo.
A esta zona del Amazonas, alejada de la civilización, no llega ni señal de teléfono ni mucho menos Internet, así que vete haciendo a la idea de desconectar de todo y permítete sentir el Amazonas al 100%. Allí solo existes tú y la naturaleza... ¡Disfrútalo!
Nuestros días en la selva completaron el viaje a Perú, nos enseñaron otra cara del país muy diferente y que sin duda merece la pena conocer. Nos sentimos salvajes y libres rodeados de tanta naturaleza. ¡Disfrutamos como niños!
Antes de ir leí que Muyuna en quechua significa remolino, y cuenta la leyenda que quien cae en él queda atrapado para siempre, y aún cuando te alejas de él, Muyuna te hará regresar a este rincón del Amazonas. Yo solo puedo decir que nunca he tenido tantas ganas de que una leyenda se haga realidad.
¡Ojalá podamos volver algún día!
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¡Gracias por acompañarnos otro viaje más!